USCCB President, Vice President And Committee Chairmen Denounce Administration’s Decision To End DACA And Strongly Urge Congress To Find Legislative Solution

September 5, 2017

WASHINGTON— The President and Vice President along with Chairmen of the U.S. Conference of Catholic Bishops (USCCB) have issued a statement denouncing the Administration's termination of the Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA) program after six months.

The following statement from USCCB President Cardinal Daniel N. DiNardo of Galveston-Houston, along with USCCB Vice President, Archbishop José H. Gomez of Los Angeles, Bishop Joe S. Vásquez of Austin, chairman, Committee on Migration, and Bishop Joseph J. Tyson of Yakima, chairman of the Subcommittee on Pastoral Care of Migrants, Refugees, and Travelers says the "cancellation of the DACA program is reprehensible."

Over 780,000 youth received protection from the DACA program since its inception by the Department of Homeland Security (DHS) in 2012. DACA provided no legal status or government benefits but did provide recipients with temporary employment authorization to work in the United States and reprieve from deportation.

Full statement follows:

"The cancellation of the DACA program is reprehensible. It causes unnecessary fear for DACA youth and their families. These youth entered the U.S. as minors and often know America as their only home. The Catholic Church has long watched with pride and admiration as DACA youth live out their daily lives with hope and a determination to flourish and contribute to society: continuing to work and provide for their families, continuing to serve in the military, and continuing to receive an education. Now, after months of anxiety and fear about their futures, these brave young people face deportation. This decision is unacceptable and does not reflect who we are as Americans.

The Church has recognized and proclaimed the need to welcome young people: 'Whoever welcomes one of these children in my name welcomes me; and whoever welcomes me does not welcome me but the one who sent me' (Mark 9:37). Today, our nation has done the opposite of how Scripture calls us to respond. It is a step back from the progress that we need to make as a country. Today's actions represent a heartbreaking moment in our history that shows the absence of mercy and good will, and a short-sighted vision for the future. DACA youth are woven into the fabric of our country and of our Church, and are, by every social and human measure, American youth.

We strongly urge Congress to act and immediately resume work toward a legislative solution. We pledge our support to work on finding an expeditious means of protection for DACA youth.

As people of faith, we say to DACA youth – regardless of your immigration status, you are children of God and welcome in the Catholic Church. The Catholic Church supports you and will advocate for you."


 

WASHINGTON — El presidente, el vicepresidente y presidentes de comités de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) han emitido una declaración en la que denuncian la terminación por parte de la Administración del programa Acción Diferida para Llegados en la Niñez (DACA) en el plazo de seis meses.

La siguiente declaración del presidente de la USCCB, cardenal Daniel N. DiNardo de Galveston-Houston, junto con el vicepresidente de la USCCB, arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, el obispo Joe S. Vásquez de Austin, presidente del Comité sobre Migración, y el obispo Joseph J. Tyson de Yakima, presidente del Subcomité de Cuidado Pastoral a Migrantes, Refugiados y Viajeros, dice que la “cancelación del programa DACA es censurable”.

Más de 780,000 jóvenes recibieron protección del programa DACA desde su creación por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en 2012. DACA no proporcionaba ningún estatus legal ni beneficios gubernamentales, pero sí proporcionaba a sus receptores autorización temporal de empleo para trabajar en los Estados Unidos y suspensión de la deportación.

A continuación, el texto completo de la declaración:

“La cancelación del programa DACA es censurable. Causa temor innecesario entre los jóvenes receptores del DACA y sus familias. Estos jóvenes entraron a los Estados Unidos siendo menores de edad, y para muchos de ellos los Estados Unidos son el único hogar que conocen. La Iglesia Católica lleva tiempo observando con orgullo y admiración cómo los jóvenes receptores del DACA viven su vida cotidiana con esperanza y con la determinación de florecer y contribuir a la sociedad: seguir trabajando y proveyendo a sus familias, seguir sirviendo en las fuerzas armadas y seguir recibiendo una educación. Ahora, después de meses de ansiedad y temor acerca de su futuro, estos valientes jóvenes se enfrentan a la deportación. Esta decisión es inaceptable y no refleja lo que somos como estadounidenses.

La Iglesia ha reconocido y proclamado la necesidad de acoger a los jóvenes: “El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado” (Marcos 9:37). Hoy, nuestra nación ha hecho lo contrario de lo que la Escritura nos llama a responder. Es un paso atrás en el progreso que necesitamos hacer como país. Las acciones de hoy representan un momento desgarrador en nuestra historia que muestra la ausencia de misericordia y buena voluntad, y una visión de corto alcance para el futuro. Los jóvenes receptores del DACA están entrelazados en el tejido de nuestro país y de nuestra Iglesia, y son, en todo sentido social y humano, juventud estadounidense.

Instamos vivamente al Congreso a actuar y reanudar inmediatamente el trabajo hacia una solución legislativa. Prometemos nuestro apoyo para encontrar un medio expedito de proteger a los jóvenes receptores del DACA.

Como personas de fe, decimos a los jóvenes receptores del DACA: sin importar su estatus migratorio, ustedes son hijos de Dios y son bienvenidos en la Iglesia Católica. La Iglesia Católica los apoya y abogará por ustedes”.