A Statement from Daniel Cardinal DiNardo - USCCB Spring General Assembly 2018
June 13, 2018
Fort Lauderdale, Florida - “At its core, asylum is an instrument to preserve the right to life. The Attorney General’s recent decision elicits deep concern because it potentially strips asylum from many women who lack adequate protection. These vulnerable women will now face return to the extreme dangers of domestic violence in their home country. This decision negates decades of precedents that have provided protection to women fleeing domestic violence. Unless overturned, the decision will erode the capacity of asylum to save lives, particularly in cases that involve asylum seekers who are persecuted by private actors. We urge courts and policymakers to respect and enhance, not erode, the potential of our asylum system to preserve and protect the right to life.
Additionally, I join Bishop Joe Vásquez, Chairman of USCCB’s Committee on Migration, in condemning the continued use of family separation at the U.S./Mexico border as an implementation of the Administration’s zero-tolerance policy. Our government has the discretion in our laws to ensure that young children are not separated from their parents and exposed to irreparable harm and trauma. Families are the foundational element of our society and they must be able to stay together. While protecting our borders is important, we can and must do better as a government, and as a society, to find other ways to ensure that safety. Separating babies from their mothers is not the answer and is immoral.”
Fort Lauderdale, Florida - “En su esencia, el asilo es un instrumento para preservar el derecho a la vida. La reciente decisión del Procurador General provoca una profunda preocupación ya que potencialmente despoja de asilo a tantas mujeres que carecen de protección adecuada. Estas mujeres vulnerables ahora enfrentarán el regreso a los grandes peligros de la violencia doméstica en sus países de origen. Esta decisión niega décadas de precedentes que han proveído de protección a mujeres huyendo de la violencia doméstica. A menos que sea revocada, esta decisión erosionará la capacidad que tiene el asilo de salvar vidas, particularmente en los casos que involucran a personas que buscan asilo siendo perseguidos por personas que actúan de manera privada. Urgimos a las cortes y a los hacedores de políticas a que respeten y realcen y no perjudiquen el potencial de nuestro sistema de asilo para preservar y proteger el derecho a la vida.
Adicionalmente, me uno al Obispo José Vásquez, Presidente del Comité sobre Migración de la USCCB, en condenar el continuo uso de la separación familiar en la frontera México/Estados Unidos como una implementación de la política de cero tolerancia de la Administración. Nuestro gobierno cuenta con la discreción en nuestras leyes para asegurar que niños(as) pequeños(as) no sean separados de sus padres/madres y expuestos(as) a daños y traumas irreparables. Las familias son el elemento fundamental de nuestra sociedad y deben poder permanecer juntas. Mientras que la protección de nuestras fronteras es importante, podemos y debemos de obrar mejor como gobierno y como sociedad para encontrar otras maneras de asegurar la seguridad. El separar bebés de sus madres no es la respuesta y es inmoral”.