A Shepherd's Message - February 13, 2018

February 13, 2018

The season of Lent approaches on Feb. 14, Ash Wednesday. Our Holy Father Pope Francis has written a most engaging Lenten letter this year for the whole Church. He takes his cue from a passage in the Gospel of St. Matthew 24:12, “Because of the increase of iniquity, the love of many will grow cold.”

The words of Jesus are spoken on the Mount of Olives near the end of his public life and concern the end of time. But the Holy Father uses them as an invitation to all of us, that the community even now can be tempted by false prophets, by great trials, and in that situation, many hearts can become cold, stony and unreceptive to the warmth and challenge of the Gospel.

Pope Francis indicates false prophets as those who manipulate human emotions to mask momentary pleasures as true happiness, who promise wealth and search for it as an idol. Those who follow them ultimately arrive at loneliness.  Self-sufficiency is always destructive since it denies the Lord as the source of all and of our need for His mercy. The Holy Father also writes that some false prophets are “charlatans” who can lead the young astray by a panacea of drugs, superficial relationships and living only in “virtual” worlds. People can be robbed of their freedom and their genuine dignity as created in the image and likeness of God. They have become cold!

Greed destroys charity. The state of creation also shows the state of human hearts as it is poisoned by sin.

Pope Francis not only gives a list of what cools charity, he also invites the Church into a re-awakening of hearts that comes from the appearance of the Season of Lent. He lists the beauty of almsgiving and generosity, of fasting and abstinence that can “empty” us of our selfishness and yearn for the food that comes from God’s Word and the Church’s call to repentance. He begs us to restore a more intense prayer life. He especially recommends the Sacrament of Reconciliation as a magnificent means for every member of the Church to come to his or her senses of faith, remember and confess their sins and be reconciled by the extravagant mercy of the Lord.

I would also add a renewed dedication and participation in the Liturgy especially on weekdays, a prayerful slow and reflective reading of the Scriptures, and attention to beautiful traditional devotions like the Stations of the Cross and the Rosary. In this Archdiocese we always use the Lenten Mysteries to accompany the 2,300 persons who will be baptized, confirmed and receive their first Eucharist at the Easter Vigil. They need our solidarity and we need their enthusiasm for the Catholic Faith.

Lent always has a goal: hearts warmed by the Crucified and Risen Lord. Cold hearts are a sign of deformation. Cold hearts must begin a journey that is both challenging, but also joyful.

Let us join the Holy Father this Lent and show one another in our local Church that we are genuine and “on fire” with and for the Lord this Lent. The summons to conversion is urgent. Let us respond with a “yes” to Jesus Christ. †

 


La temporada de Cuaresma se acerca el 14 de febrero, Miércoles de Ceniza.  Nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, ha escrito una Carta Cuaresmal muy interesante este año para toda la Iglesia.  Él toma su ejemplo de un pasaje en el Evangelio de San Mateo 24:12, "Debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará".

Las palabras de Jesús se comunican en el Monte de los Olivos cerca del final de su vida pública y se refieren al fin de los tiempos.  Pero el Santo Padre las usa como una invitación para todos nosotros, que la comunidad incluso ahora puede ser tentada por falsos profetas, por grandes pruebas, y en esa situación, muchos corazones pueden volverse fríos, duros y no receptivos a la calidez y el desafío del Evangelio.

El Papa Francisco señala a los falsos profetas como aquellos que manipulan las emociones humanas para enmascarar los placeres momentáneos como verdadera felicidad, que prometen riqueza y la buscan como un ídolo.  Aquellos que los siguen finalmente llegan a la soledad.  La autosuficiencia es siempre destructiva ya que niega al Señor como la fuente de todo y de nuestra necesidad de Su misericordia.  El Santo Padre también escribe que algunos falsos profetas son "charlatanes" que pueden llevar a los jóvenes por mal camino con una panacea de drogas, relaciones superficiales y viviendo solo en mundos "virtuales".  Las personas pueden ser despojadas de su libertad y su dignidad genuina de ser creadas a la imagen y semejanza de Dios. ¡Se han vuelto fríos!

La codicia destruye la caridad.  El estado de la creación también muestra el estado de los corazones humanos, ya que está envenenado por el pecado.

El Papa Francisco no solo da una lista de lo que enfría la caridad, sino que también invita a la Iglesia a un despertar de los corazones que surge de la presencia del Tiempo de la Cuaresma. Él enumera la belleza de la limosna y la generosidad; del ayuno y la abstinencia que pueden "vaciarnos" de nuestro egoísmo y anhelar el alimento que proviene de la Palabra de Dios y el llamado de la Iglesia al arrepentimiento.  Nos ruega que recuperemos una vida de oración más intensa.  Recomienda especialmente el Sacramento de la Reconciliación como un medio magnífico para que cada miembro de la Iglesia tenga sentido de la fe, que recuerde y confiese sus pecados y sea reconciliado por la abundante misericordia del Señor.

Yo agregaría también una renovada dedicación y participación en la Liturgia especialmente durante los días de la semana, una lectura lenta y reflexiva de las Escrituras, y atención a las bellas devociones tradicionales como el Viacrucis y el Rosario.  En esta Arquidiócesis usamos siempre los Misterios de Cuaresma para acompañar a las 2,300 personas que serán bautizadas, confirmadas y recibirán su primera Comunión en la Vigilia de Pascua.  Necesitan nuestra solidaridad y necesitamos su entusiasmo por la Fe Católica.

La Cuaresma siempre tiene un objetivo: corazones encendidos por el Señor Crucificado y Resucitado.  Los corazones fríos son un signo de deformación.  Los corazones fríos deben comenzar una jornada que sea a desafiante, pero también alegre.

Unámonos al Santo Padre en esta Cuaresma y mostrémonos en nuestra Iglesia local que somos genuinos y estamos "encendidos" con y para el Señor esta Cuaresma.  El llamamiento a la conversión es urgente.  Respondamos con un “sí” a Jesucristo.†